miércoles, 17 de junio de 2015

El temible Moquillo!!





Moquillo:
El moquillo es una enfermedad con origen vírico. Puede afectar a perros de cualquier edad, pero los perros con mayor riesgo son los cachorros, en concreto,  menores de doce meses, ya que su sistema inmune es aún inmaduro. Los perros mayores de ocho años “Senior” con el sistema inmune deteriorado, también corren riesgo de padecer esta dolencia pues les es imposible luchar contra ella.
El moquillo es una enfermedad muy contagiosa, que puede diagnosticarse en todos los lugares del mundo y que, además de atacar a los perros, también afecta a otras especies como el hurón, el visón o el mapache, pero no a los gatos, siendo estos inmuhes.

Principales síntomas:
Los síntomas del moquillo son muy variados, como la fiebre, la pérdida de apetito, la debilidad o la deshidratación. En el caso de los cachorros, en los primeros estadios de la enfermedad predominan los síntomas de tipo respiratorio, como:

1. La secreción nasal verdosa. Por otro lado, también se forman legañas. Otros síntomas del moquillo son: tos, dificultad para respirar inclusive en reposo, bronconeumonía o inflamación de los bronquios, vómitos y diarrea. Además, los cachorros con moquillo pueden tener los dientes de color amarillo o marrón, debido a que el virus puede afectar en los cachorros a la formación del esmalte en gran medida.

2. También se dan síntomas neurológicos cuando la enfermedad está más avanzada, entre ellos los movimientos involuntarios y espasmos como los tics nerviosos, que son irreversibles. El perro que padece moquillo también puede tener convulsiones y dificultad para caminar y oh levantarse.  
Un indicio muy característico del moquillo es el endurecimiento de la piel de las almohadillas y de la nariz de las patas del perro.

Prevención y tratamiento

La prevención es a través de la vacunación. A los cachorros se les aplica la vacuna entre las seis y ocho semanas de edad y se deben volver a vacunar cada año. En el caso de las perras que puedan quedarse preñadas, es recomendable inmunizarlas antes de la gestación para que transmitan a los cachorros los anticuerpos de la vacuna contra el moquillo, a través de la ingestión de la leche y así tener a los cachorretes inmunizados hasta la primera vacuna.
El tratamiento para el moquillo consiste en administrar al cachorro medicamentos que le ayuden a bajar su temperatura corporal, a expulsar la mucosidad y a evitar las convulsiones, si las tuviera. También se administran antibióticos de amplio expectro.
Hay que tener en cuenta que, por lo general, un cachorro con moquillo al que se le diagnostica y trata de manera temprana tiene muchas probabilidades de salvar la vida. Lo contrario de lo que ocurre cuando la enfermedad está en un grado avanzado y el perro no ha recibido tratamiento.

El diagnóstico y el tratamiento rápidos son bazas fundamentales para que el perro supere la enfermedad. Frente a cualquier duda de que el animal padezca moquillo, es aconsejable acudir urgentemente al veterinario.
En caso de que el cachorro se adopte o compre, hay que asegurarse de que está vacunado contra el moquillo, así como llevar a cabo las vacunas anuales.
Si el cachorro se ha comprado, conviene solicitar una garantía de 15 días en el contrato de compraventa. De esta manera, podremos reclamar en caso de que el perro padezca enfermedades de carácter vírico, como el moquillo o cualquier otra enfermedad. Aun así no se recomienda comprar en tiendas ni a particulares dado que muchas veces son perros que vienen enfermos o de Europa del Este y son portadores de un sinfín de problemas.

El período de incubación ronda una semana, así que puede darse la circunstancia de que el cachorro ya estuviera contagiado de la enfermedad en el momento de la compra, pero que los síntomas se desarrollen, sin embargo, unos días después.

Recuerda, la mejor prevención es la vacunación.

miércoles, 3 de junio de 2015

Lo natural, antes que lo artificial.






En la última década nos interesamos cada vez más por lo que comemos, los ingredientes y sus componentes, y ya no solo en lo que a comida hablamos, también en lo referente al aseo, cuidados personales etc.

Este sencillo análisis nos ha concienciado de las toxinas y derivados nocivos que componen cientos de productos y por este motivo nos encaminamos cada vez más a la búsqueda de lo natural.
Así que en consecuencia uno piensa. ¿Y para mi perro por qué no?

El factor más importante en este tema es la alimentación. Por eso mismo será el primer tema a tratar.
Un animal bien alimentado evitara o alargara la aparición de problemas de cualquier tipo. 
Lo principal en las recetas de piensos es que contengan altos niveles de proteína, grasa animal y niveles bajos de carbohidratos, que permita una buena digestibilidad y asimilación de todos sus nutrientes. Por eso mismo hay que evitar lo máximo posible los niveles de ceniza bruta de los piensos.
Hoy en día hay bastante tipo de piensos que cumplan esos requisitos y por eso mismo los trabajamos en el Zoo de Stefan, dado que es una correcta alimentación para tu amigo peludo y no acarrea problemas a la larga por mala alimentación.

La higiene es otro punto fundamental en la salud animal. 
Es ahí cuando intentamos trasmitir al dueño la importancia de una piel limpia, un manto desenredado y bien cepillado, un interior de oídos limpio y sin pelo, unas uñas cortadas según necesidad. 
Son muchos los problemas con los que uno se encuentra pero unas de las principales son picores por alergia, caspa y dermatitis.
Esto se suele eliminar con una buena alimentación como mencionamos pero si no se llegara a controlar del todo, hay champus naturales, con aceite de raíces del árbol de té (Melaleuca Alternifolia) que calma y actúa de forma asombrosa los síntomas antes mencionados.
También hay que tener muy en cuenta la estación del año en cual estamos y los problemas de insectos contra cuales luchamos. Por ello debemos destacar más si cabe el uso de pipetas y collares naturales así como champús 100% naturales. 
Dichos remedios suelen  utilizar esencia de melisa, de geranio rosa, esencia de clavo, citronela, aceite de Neem y un sinfín más de productos naturales, para nada perjudiciales.

Cabe destacar para los clientes algo de vital importancia.
Los productos naturales, REPELEN, evitando que los insectos se acerquen al animal en cuestión.
Los productos químicos ELIMINAN, los parásitos he insectos que puedan llegar a coger.

Por eso y muchos otros motivos, cada cliente es un mundo y en el Zoo de Stefan, cada cliente tiene un trato personalizado, pues no todos los perros deben comer lo mismo ni todos tienen las mismas patologías, dolencias y necesidades.