Como tratar las quemaduras en perros/gatos.
Extremar las precauciones sobre todo en la cocina y, aún
más, si son cachorros o perros nerviosos
es lo primero que tenemos que tener en cuenta.
Es un problema que se presenta con bastante frecuencia y ya
adelanto que las quemaduras graves pueden provocar la muerte de un perro o
gato.
Este tipo de lesiones suelen producirse por accidentes
domésticos de los animales, como el derrame de agua o aceite hirviendo encima
del animal, o un salto del mismo sobre los fuegos encendidos.
Primeros auxilios
La primera actuación frente a un animal que ha sufrido una
quemadura es aplicar agua fría en la zona afectada para bajar la temperatura de
manera rápida y limpiar los restos de piel muerta con unas pinzas o gasas estériles.
La aplicación de hielo en la quemadura no es nada
recomendable, ya que también produce una quemadura debido al efecto del frío
extremo sobre la piel del animal. Lo más aconsejable es el agua fría, que
rebaja la temperatura de la zona afectada y elimina la suciedad.
Después, se puede aplicar una pomada con efecto antibiótico
en la piel quemada del perro o gato, para evitar posibles infecciones en la
zona afectada, a mí por ejemplo me gusta la crema, “Silvederma”, es de uso
humano, pero sirve desde personas, perros, gatos, asta reptiles.
Una vez que se ha limpiado la quemadura con agua fría y se
ha aplicado un ungüento hidratante o una pomada de efecto antibiótico se puede
cubrir la lesión con una gasa, pero sin aplicar presión.
Un perro o gato que sufre quemaduras puede presentar
diferentes síntomas, según su grado de afectación, entre ellas: la fiebre, el
enrojecimiento de la piel, ampollas, pérdida de tejido y la deshidratación
total.
Estas lesiones de la piel pueden tardar en curar entre tres
y quince días, según su gravedad, llegando incluso a dos meses sin son
quemaduras graves.
La caída de aceite o el agua hirviendo, la exposición solar
en las heridas quirúrgicas, la quemadura en las plantas de las patas con los
rescoldos de una hoguera o las electrocuciones son algunas de las causas más
frecuentes de quemaduras en el perro y el gato.
Muy importante precaución en la cocina
La cocina es uno de los lugares donde el perro y el gato
tienen más riesgo de sufrir quemaduras. Por ello, conviene extremar las
precauciones, sobre todo cuando son cachorros, si son perros nerviosos, o si
son gatos cotillas.
Y es que, hay que tener en cuenta que un perro o un gato que
resulta quemado en una zona extensa de su cuerpo por un líquido muy caliente
puede sufrir quemaduras de tercer grado y llegar a morir.
Los grados de las quemaduras se establecen según el nivel de
profundidad en que está afectada la piel. Las de primer grado se sitúan en la
capa más externa del tejido (epidermis) y son las menos graves.
Las de segundo grado llegan a la dermis.
Las de tercer grado pueden alcanzar los músculos y precisar,
incluso, una intervención quirúrgica, siendo estas últimas las que más índice de
mortalidad llevan.
Repetimos: Es conveniente extremar las precauciones para evitar
este tipo de lesiones en el animal.
Y recuerda, ante una quemadura, lo mejor es llevar a tu
mascota a un veterinario.
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