martes, 16 de diciembre de 2014

El frio en nuestras mascotas perrunas



LAS ENFERMEDADES QUE NUESTROS PELUDOS PUEDEN COGER CON EL FRIO

Faringitis, laringitis, bronquitis, pulmonía y tos de las perreras son las cinco patologías que los perros tienen más riesgo de padecer en invierno

Las bajas temperaturas del invierno pasan factura a los perros, sobre todo a los canes mayores, a los que ya padecen enfermedades crónicas y a los cachorros. Las cinco patologías que causan más estragos entre los perros durante el invierno son: faringitis, laringitis, bronquitis, pulmonía y tos de las perreras

El aparato respiratorio del perro sufre las consecuencias de los enfriamientos, como ocurre en las personas. Mucosidad excesiva, inflamación de la garganta, malestar general y fiebre son algunos de los síntomas cuando el frío afecta a las vías respiratorias del can. A continuación se detallan cuáles son las enfermedades del perro más frecuentes durante el invierno.

1. Faringitis en el perro con el frío

Esta patología está causada por una infección de origen vírico. Puede estar provocada por un enfriamiento, aunque también por estrés canino, e incluso, por alguna pequeña herida que se infecta en la garganta, a consecuencia de la masticación de palos o huesos.

El tratamiento puede requerir la administración de antibióticos, si la causa es una infección bacteriana, o antiinflamatorios y analgésicos, si es de origen vírico. No se debe auto medicar al perro con fármacos humanos, ya que resultan muy peligrosos para los canes.

2. Laringitis en el can durante el invierno

La laringitis es una enfermedad típica del can en invierno. Puede estar causada por un enfriamiento o catarro del perro. Al igual que en el caso de la faringitis, el veterinario determinará si se le deben administrar antibióticos o antiinflamatorios y analgésicos.

3. Bronquitis y afecciones respiratorias caninas

La bronquitis en el perro es una patología más grave que la faringitis y la laringitis (que afectan a las vías respiratorias superiores) porque está localizada en los pulmones.

Es la inflamación de los bronquios y requiere un tratamiento con antibióticos y antiinflamatorios.

4. Pulmonía canina

La pulmonía canina está desencadenada por un enfriamiento del perro y requiere tratamiento con antibióticos.

Los perros con afecciones pulmonares como el asma son más proclives a padecer patologías de tipo respiratorio en invierno. Estas enfermedades se pueden agravar si el animal está expuesto a la contaminación atmosférica de una gran ciudad.

Con ellos hay que tomar más precauciones para evitar que enfermen. De nuevo, el veterinario será quien determine si el perro necesita antibióticos u otro tipo de tratamiento para superar la enfermedad.

5. La tos de las perreras

Esta enfermedad de carácter vírico es equiparable (con sus evidentes diferencias) a un catarro humano y tiene más incidencia con el frío invernal. El frío ralentiza el funcionamiento y eficacia del sistema inmunológico del perro, por lo que este queda más vulnerable frente a bacterias y virus que le provocan enfermedades.

Su principal síntoma es la tos y es una enfermedad muy contagiosa entre canes, ya que se transmite a través del aire cuando el perro tose.

En cuanto al tratamiento, hay una vacuna para combatirla. Por ello, los perros que en invierno pasan una temporada en lugares donde habitan varios canes, como las residencias, deben tener la cartilla de vacunación al día para prevenir contagios.

Consejos contra las enfermedades caninas en invierno

Ciertas medidas preventivas protegen al perro de las enfermedades desencadenadas por el frío invernal. Por este motivo, conviene recordarlas:

Secar bien al perro tras un paseo bajo la lluvia. Si el can se moja con la lluvia o la nieve durante el paseo, hay que protegerle con prendas que le abriguen e impermeabilicen frente a las inclemencias climatológicas.

Proteger la cama del perro del frío. Los cambios bruscos de temperatura son los desencadenantes más habituales de enfriamientos en el perro. Hay que evitar colocar la cama del can al lado de la calefacción, donde esté demasiado caliente. De esta manera, se previene que acuse más la variación térmica con respecto al exterior.

Evitar al animal los cambios bruscos de temperatura. La exposición diferencias térmicas extremas es el peor enemigo para la salud del perro en invierno. Durante los meses más fríos del año, las casas tienen una temperatura elevada con respecto al exterior. La diferencia de temperatura bloquea los sistemas de defensa del can y los virus aprovechan este momento para atacar.

El perro y el frio: Como protegerlo

­­Lo mejor para resguardar al perro del frío es tener el calendario de vacunaciones al día y una adecuada protección frente a las bajas temperaturas

Los perros con enfermedades crónicas cardíacas y pulmonares

Son candidatos para enfermar más con el frío invernal.

Un catarro o un enfriamiento en estos animales pueden empeorar mucho su salud y tienden a recuperarse con más dificultades que un animal sano.

Con estos perros hay que tener especial cuidado durante el frío invernal: secarles bien en casa si suben mojados por la lluvia o nieve de la calle, protegerles con prendas de abrigo e impermeables y evitar los cambios bruscos de temperatura y las corrientes de aire son medidas muy necesarias.

Cachorros, mayores y enfermos

Los perros muy jóvenes, muy mayores o con enfermedades, sobre todo si son de tracto respiratorio, cuando hace mucho frío, no deben estar mucho tiempo en la calle.

Cuando hay mucha diferencia de temperatura entre las casas con calefacción y la calle, el cambio tan brusco no es recomendable para la salud del animal y se aconseja proteger al perro con un abrigo específico y sacarle lo justo para que haga sus necesidades, porque no ocurre nada por estar un par de días sin hacer ejercicio.

Razas

Algunas razas caninas se adaptan sin problema a la vida a la intemperie y al frío. Es el caso de los perros llamados nórdicos, que cuentan con un pelaje espeso y con grasa, que les aísla del frío. Otros, como el Chihuahua o el Yorkshire Terrier, que son de pequeño tamaño, no soportan bien el frío y pueden enfermar, si no se les mantiene en el interior de la vivienda. Sin embargo, incluso en el caso de las razas de tamaño grande y con mucha cantidad de pelo, cuando el perro sea muy mayor, un cachorro o sufra alguna enfermedad crónica, debe salir abrigado a la calle.

Accesorios seguros para perros

En el mercado hay gran variedad de accesorios para el perro, entre ellos, prendas de abrigo e impermeables. Lejos de ser un capricho, el uso de estos abrigos ayuda de manera eficaz a proteger al perro frente a las inclemencias climatológicas. Esto, para animales con enfermedades crónicas, muy mayores o cachorros, supone una gran ayuda para evitar problemas de salud. Sin embargo, estos accesorios deben ser específicos para perros y adecuados para su tamaño. De esta manera, nos aseguramos de que la prenda cumple su cometido con seguridad.

Dormir a la intemperie

Si un perro duerme a la intemperie, debe contar con un alojamiento adecuado, que le proteja bien de la humedad y del frío. La casa para el perro debe reunir determinadas condiciones para proteger al animal de las inclemencias climatológicas:

Ser resistente frente a las temperaturas extremas.

Estar bien aislada.

El tamaño debe ser adecuado. Lo suficiente para que el perro esté cómodo, pero no demasiado grande, para que resulte cálida.

Si el lugar es muy frío, la caseta debe estar aislada con planchas de poliuretano o con fibra de vidrio.

El suelo debe ser de madera o goma, colocada de manera que esté más elevada que el terreno, para evitar la humedad.

Si el perro duerme en la casa familiar, debe tener una colchoneta o manta para descansar de manera cómoda. El lugar habitual de reposo del perro no debe estar demasiado cerca de las fuentes de calor, aunque al animal le guste ese lugar para dormir. De esta manera, se evita un cambio de temperatura demasiado brusco cuando sale a la calle.

Con la nieve

El perro disfruta mientras juega en la nieve, sobre todo, si es un cachorro. Cuando el animal está en movimiento, tolera bien las bajas temperaturas. Una vez que llega a casa, tras jugar con la nieve, hay que secarle bien y comprobar que no se ha dañado las almohadillas de las patas o en los espacios interdigitales.


Si el perro es muy pequeño y tiene poco pelo, es conveniente protegerle de la nieve y de la lluvia con una prenda impermeable específica.

También existen patucos para proteger las almohadillas sensibles. La forma de caminar con ellos será cómica, pero las patas estarán secas y calientes. La protección de la almohadillas no es necesaria, a menos que el perro esté muchas horas en la nieve o tenga las almohadillas especialmente delicadas.


Asi que recordar, de igual manera que nostros debemos protegernos del frio, nuestras mascotas tambien deben ser protegidas. 

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