miércoles, 4 de febrero de 2015

Embarazo psicológico en mamíferos






Embarazo Psicológico:

El embarazo psicológico o también llamado pseudo gestación es una delas molestias más comunes que se presentan en perras que no han sido castradas. 
Lo más curioso es que los síntomas se exteriorizan como si la perra estuviera realmente preñada. Se les desarrollan las mamas, tienen el vientre abultado, producen leche, aumenta de peso…

Como todos los mamíferos, el causante de esta situación  es un trastorno en los ovarios que está relacionado con el ciclo reproductor de la hembra.

Tras la ovulación aparece en el ovario el cuerpo amarillo que asegura el mantenimiento de la gestación, cuando no hay fecundación este degenera enseguida. Si no ocurre esto, la perra se encontrará en condiciones muy parecidas a las que tendría si se encontrara embarazada, aun sin estarlo.

Una perra con embarazo psicológico, se muestra nerviosa, puede tener alteraciones en su apetito, prepara el sitio para el nacimiento de sus cachorros, comienza a reunir objetos para formar un nido, excava algún agujero en el jardín, o incluso puede buscar algún sitio donde esconderse. También es frecuente que adopte algún juguete, cojín o zapatilla, como cachorro, dándole a éste, el mismo tratamiento cariñoso y protector que daría a su propia cría, inclusive puede imitar darle alimento, calor y hasta mostrarse agresiva si se le quita ese objeto.

Ahora bien, ya sabemos cuáles son los síntomas de un embarazo psicológico, pero, ¿qué podemos hacer para evitar este trance por el que pasan las perras y sus dueños? Se dice que dejando que la perra quede embarazada de verdad la situación no volverá a repetirse, cosa que es del todo falsa. Lo cierto es que lo más aconsejable es la extirpación quirúrgica de los ovarios.

Y es que los frecuentes embarazos psicológicos, pueden ocasionar que estas perras sean proclives a sufrir una infección intrauterina, denominada piómetra, que no es más que la infección del útero, lo cual conlleva a la necesaria extracción del mismo, cuando es atacado a tiempo, pues en caso contrario, ocasiona la muerte del animal en la mayoría de los casos.

La piómetra es más frecuente en las hembras mayores de cinco años, y aparece tras un período de celo. Esta se revela por la pérdida del apetito, aumento de sed, de orina y además vómitos después de beber. Si no es tratada a tiempo, la perra se va debilitando, aumenta el tamaño de su abdomen, y se producen derrames de pus por la vulva. Por lo general, al llegar a este estado, ya es necesaria la intervención quirúrgica, para salvar la vida de la perra. Además, la extirpación de los ovarios también disminuirá el riesgo de aparición de tumores mamarios.

Así que los embarazos psicológicos no deben ser descuidados, o tomados como una “excentricidad” de la perra, al contrario, deben ser controlados con cuidado, aconsejo siempre acudir al veterinario,  él nos dirá que hacer y siempre es la opinión es un especialista.

Por otro lado si eres de los que no vas al veterinario por “x” motivos, puedes seguir estos consejos caseros.

1.       Quitar todos los juguetes y objetos que la perra pueda apoderarse de ellos y crea que es su cachorro.
2.       Alcohol alcanforado mojando una gasa y frotar las tetillas.
3.       Tortilla de huevo y perejil.
4.       Jamás estimular las mamas ordeñando al perro.
5.       Capsulas de hojas de frambuesa.

Estos son remedios caseros donde no puedo opinar sobre su veracidad, pero recordar, ante casos clínicos, la visita a un veterinario cura muchos problemas y es lo aconsejable. 

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